En el último podcast de la WGAF dirigido a la familia global de las Asambleas de Dios, Doug Clay, presidente de las Asambleas de Dios en Estados Unidos, reflexionó sobre la importancia de vivir con convicciones bíblicas en una época culturalmente desafiante. Inspirado en Apocalipsis 22, destacó tres testimonios clave que nos recuerdan nuestra responsabilidad como líderes de la iglesia para guiar a nuestra gente en la verdad de la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios: Digna de Confianza y Verdadera
El primer testimonio proviene del ángel que acompañó a Juan en su revelación. En Apocalipsis 22:6, el ángel declara: “Estas palabras son dignas de confianza y verdaderas”. Clay enfatizó la necesidad de permanecer firmes en la Palabra de Dios, reconociendo que en la sociedad actual se observa una crisis de alfabetización bíblica y una falta de nutrición espiritual.
El desafío es claro: volver a enamorarnos de la Palabra de Dios, hacer de ella el centro de nuestra vida y ministerio, y enseñar a la próxima generación a depender de su verdad. La Biblia no es solo un libro que leemos, sino un mensaje vivo que debe reflejarse en nuestra manera de vivir.
Jesús: La Urgencia de su Regreso
El segundo testimonio es el de Jesús mismo, quien en Apocalipsis 22:7 proclama: “Vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. Clay recordó a la iglesia la importancia de vivir con la expectativa del regreso del Señor.
Uno de los peligros de la iglesia moderna es actuar como si Cristo no fuera a volver. Sin embargo, el conocimiento de su retorno debería reorganizar nuestras prioridades, infundirnos urgencia en la misión y asegurarnos de que estamos enseñando y predicando sobre la segunda venida. La iglesia debe vivir con la conciencia de que el tiempo es corto y el llamado a la evangelización es urgente.
Juan: La Correcta Adoración y la Plenitud del Espíritu Santo
El tercer testimonio es el de Juan, quien en Apocalipsis 22:8-9, al ver la revelación, se postra para adorar al ángel, pero es reprendido: “No lo hagas. Adora solo a Dios”. Clay señaló que la iglesia debe centrarse en Dios y no en sus estructuras, prácticas o líderes. La fe y la madurez espiritual deben estar fundamentadas en Cristo, no solo en la comunidad de la iglesia.
Asimismo, subrayó la importancia del Espíritu Santo en la vida del creyente. No se trata solo de que el Espíritu Santo resida en nosotros, sino de que nos llene completamente, ocupando cada área de nuestra vida: nuestras emociones, pensamientos, palabras y visión. Como movimiento pentecostal, las Asambleas de Dios deben permitir que el Espíritu Santo actúe con poder en la iglesia.
Un Llamado a la Acción
Doug Clay concluye su mensaje con un desafío claro: como líderes de las Asambleas de Dios, debemos comprometernos con la Palabra de Dios, vivir con la expectativa del regreso de Cristo y permitir que el Espíritu Santo tenga el control total de nuestra vida y ministerio.
En 2025, el llamado es a avanzar con determinación, alcanzando más almas para Cristo, plantando más iglesias y experimentando un derramamiento del Espíritu como nunca antes. Que cada creyente, en cada rincón del mundo, pueda ser un testimonio vivo de la esperanza y transformación que solo Jesús puede traer.