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Somos Uno en la oración y en la plantación de iglesias. Por eso, el pasado 26 de octubre, la fraternidad de Asturias se unió para celebrar una jornada especial, en la que recibimos palabra de bendición y ánimo para seguir avanzando sin desmayar en esta labor.

Con la participación del Pastor y Profeta Benjamin Ardé, desde Durban, Sudáfrica, fuimos profundamente impactados por una ministración poderosa y renovadora que transformó nuestras vidas.

La jornada comenzó con un devocional en unidad, en el que hermanos de todas las iglesias de la fraternidad levantamos nuestras voces al cielo en un mismo sentir. Bajo la dirección del Pastor Alfredo Fernández, fuimos guiados en la Palabra y en un clamor conjunto por nuestra tierra: oramos por más sembradores dispuestos a conquistar Asturias, por familias saludables que puedan sostener la siembra, y por el programa UNO, que desde el DEPI nos inspira a unirnos en la evangelización.

Durante este encuentro, también tuvimos el privilegio de reconocer y agradecer al equipo de intercesores de nuestra fraternidad, liderado por la Pastora Daniela Corradini. Este equipo levanta los brazos de muchos a nivel regional y nacional, sin escatimar esfuerzo ni sacrificio. Estamos profundamente agradecidos por sus vidas y por el impacto de sus oraciones. Fue conmovedor escuchar el testimonio del Pastor Monchu, quien compartió cómo, durante un difícil proceso de enfermedad en su familia, las oraciones incesantes de estos hermanos marcaron la diferencia, trayendo milagros de sanidad y nuevas oportunidades que condujeron a la victoria.

Como broche final, celebramos la graduación de 35 hermanos que completaron los módulos de plantación de iglesias de la edición 2024. Nos regocijamos al ver corazones apasionados por la extensión del Reino de Dios, destacando la presencia de numerosos matrimonios decididos a servir juntos y de jóvenes valientes que proclaman sin temor el mensaje de Jesús. Oramos para que familias saludables sigan plantando iglesias saludables.

Tras la experiencia transformadora de este año, estamos deseando repetir en 2025. Confiamos en que Dios volverá a sorprendernos y en que juntos seguiremos avanzando en unidad para Su gloria.