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El Sábado 13 de Julio tuvo lugar en la Fraternidad de Cataluña y Baleares el evento conocido como «Sensibles al Llamado», una jornada de capacitación y desafío para cristianos comprometidos con la evangelización en la que participarón líderes nacionales que destacan por su compromiso y experiencia en el evangrlismo y la plantación de Iglesias.

Durante la mañana el mensaje principal del evento se centró en la urgencia y la responsabilidad de la evangelización, con plenarias de José María Romo, Seth Vañó y Juan Carlos Escobar que subrayaron diferentes aspectos de esta misión.

José María Romo destacó la necesidad urgente de predicar el evangelio, comparando la misión de la iglesia con la labor de los bomberos que no pueden permitirse discutir en medio de un incendio. «Es tiempo de proclamar el evangelio», dijo Romo con voz fuerte y clara. Basándose en 2 Timoteo 4:2, enfatizó: «Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina». Romo recordó a los asistentes que la evangelización no es opcional sino una necesidad imperativa para la salvación de las almas. Esta urgencia que Pablo expresa a Timoteo es la misma que debemos sentir hoy. La evangelización es una operación de rescate espiritual, y como tales, debemos actuar con prontitud y dedicación.

Seth Vañó continuó el mensaje hablando sobre la intencionalidad en la evangelización. Subrayó la importancia de romper prejuicios culturales, sociales y espirituales, buscando siempre la necesidad del corazón de las personas. «Jesús era intencional», afirmó Vañó, recordando la historia de Jesús y la mujer samaritana en Juan 4:4-26. «Le era necesario pasar por Samaria», dijo Jesús, mostrando su intención de romper barreras y alcanzar a los marginados. La historia de la mujer samaritana nos enseña que debemos ir más allá de nuestros prejuicios y buscar las necesidades profundas de aquellos a quienes evangelizamos. La intencionalidad en la evangelización implica ver a las personas como Dios las ve, con compasión y amor.

Juan Carlos Escobar cerró la serie de plenarias con un mensaje sobre la responsabilidad de la evangelización. Citó a varias figuras históricas para resaltar que la inacción de las personas buenas permite el avance de la maldad. «La iglesia no puede estar escondida», enfatizó Escobar, refiriéndose a Mateo 5:14-16: «Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos». Ser luz del mundo es una responsabilidad que implica visibilidad y acción. No podemos permitirnos el lujo de la pasividad; debemos ser proactivos y visibles en nuestra fe, influenciando positivamente a nuestro entorno.

La primera parte de la jornada culminó con un sentido de urgencia y responsabilidad renovada entre los asistentes. Se les recordó que «el tiempo es corto» (1 Corintios 7:29) y que la oportunidad de predicar el evangelio es ahora. Los participantes fueron animados a ser intencionales en su evangelización, a invertir su vida en la misión y a no avergonzarse del evangelio, sino a predicarlo con claridad y pasión.