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El estrés se ha convertido en una realidad cotidiana para muchas personas. Si bien en pequeñas dosis puede ser un motivador, cuando se vuelve crónico y no se gestiona correctamente, puede afectar y de hecho afecta de manera negativa a diferentes y diversos aspectos de nuestra vida incluyendo nuestra relación matrimonial y familiar.

Tras las IIIª Jornadas del DENEC (Departamento Nacional de Educación Cristiana de las Asambleas de Dios), con la ponencia de mi buen amigo Fernando Ramirez de Arellano con su Estrés y Burnout que te recomiendo que veas en el canal de YouTube® de las Asambleas de Dios de España, hicimos una cena de matrimonios exponiendo como el estrés afecta a los matrimonios y familias hoy en día.

¿Cómo afecta el estrés en las relaciones matrimoniales? El impacto psicológico que tiene en nosotros el exceso de estrés no es simplemente el malestar que nos hace sentir sino que va mucho más allá si este no es controlado. Al llegar a interactuar con nuestro cónyuge, este estrés se plasma y se refleja por completo en nuestro comportamiento hacia nuestro cónyuge y el resto de la familia, e incluso en nuestra manera de percibir la relación matrimonial, estímulos afectivos o la comunicación con nuestro entorno.

Pero… ¿Qué efectos tiene el estrés en la relación de pareja dentro del matrimonio? Vais a comprobar en breve que afecta a todas las áreas afectivo-emocionales así como en las comunicativo-relacionales por lo que las dividiremos en este artículo en tres efectos más generales así como tratar las estrategias para afrontar dicho estrés entre parejas o familia.

  1. Deterioro de la comunicación y la intimidad:
  • Discusiones y conflictos: El estrés aumenta la irritabilidad y disminuye la paciencia, lo que puede generar discusiones frecuentes por pequeños detalles.
  • Falta de tiempo para la pareja: El estrés puede llevar a dedicar menos tiempo a la relación, afectando la intimidad y la conexión emocional.
  • Incomprensión y sentimientos de soledad: El estrés puede dificultar la empatía y la comprensión mutua, generando sentimientos de soledad y aislamiento en la pareja.
  1. Problemas emocionales y psicológicos:
  • Culpabilización: El estrés puede llevar a culpar a la pareja por las dificultades o el malestar propio, generando resentimiento y distanciamiento.
  • Ansiedad y depresión: El estrés crónico puede aumentar los niveles de ansiedad y depresión, afectando negativamente el estado de ánimo y la autoestima.
  • Problemas sexuales: El estrés puede disminuir la libido y generar disfunciones sexuales en ambos miembros de la pareja.
  1. Desorganización y dificultades en la vida cotidiana:
  • Falta de planificación y horarios: El estrés puede dificultar la organización del tiempo y las tareas del hogar, generando caos y malestar en la convivencia.
  • Negligencia de las responsabilidades: El agobio del estrés puede llevar a desatender las responsabilidades dentro de la pareja, generando resentimiento y reproches.

Busquemos pues algunas estrategias para afrontar el estrés en la pareja. Si bien el estrés es un factor inevitable en la vida moderna, existen estrategias que las parejas pueden implementar para mitigar sus efectos negativos y fortalecer por completo es aspecto relacional. En este caso hay muchos aspectos ya tratados en artículos anteriores de manera muy amplia por lo que te recomiendo que los repases para refrescar y asimilar de manera más efectiva dichos conceptos.

 

  1. Comunicación abierta y honesta:
  • Dialogar sobre las fuentes de estrés individual y cómo estas afectan a la relación.
  • Expresar las emociones y necesidades de manera clara y respetuosa.
  • Practicar la escucha activa y la empatía para comprender la perspectiva del otro.
  1. Gestión del tiempo y organización:
  • Establecer horarios y responsabilidades compartidas de manera equitativa.
  • Planificar actividades juntos que fomenten la conexión y el disfrute mutuo.
  • Delegar tareas o buscar ayuda externa cuando sea necesario.
  1. Técnicas de relajación y autocuidado:
  • Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, combinando la parte espiritual para relajar todo tu ser a través de la meditación en la Palabra, la adoración y la oración.
  • Realizar actividades físicas de manera regular.
  • Mantener una alimentación saludable y horarios de sueño adecuados.
  1. Búsqueda de apoyo profesional:
  • Si el estrés está generando un impacto significativo en la relación, es recomendable buscar ayuda de un terapeuta de pareja.
  • La terapia puede brindar herramientas para mejorar la comunicación, la gestión del estrés y la resolución de conflictos.

En conclusión

El estrés es un desafío común en las relaciones de pareja y familiares, pero no tiene que ser un factor determinante en la calidad de la misma. Al comprender sus efectos y adoptar todo este tipo de estrategias para afrontarlo de manera conjunta y efectiva, las parejas pueden fortalecer su vínculo y construir una relación más resiliente y satisfactoria, así como con los hijos u otros miembros de la familia que se pudieran ver afectados por el exceso de estrés no controlado de uno o ambos cónyuges.

Por ellos recuerda:

  • El estrés es un problema común, pero no tiene que definir tu relación.
  • La comunicación abierta, la gestión del tiempo y el autocuidado son claves para afrontar el estrés en pareja.
  • Si el estrés está afectando significativamente tu relación, no dudes en buscar ayuda profesional.

Juntos pueden construir una relación más fuerte y feliz a pesar del estrés.

Facilita que aparezca la sensación de soledad no deseada: El estrés hace que nos centremos en nuestras preocupaciones, desatendiendo las relaciones amorosas y sintiéndonos solos frente a lo que nos obsesiona.

Recuerda:

El matrimonio y la familia es la base de la sociedad, cuídalos.