En la tercera entrega de «El Sofá», un espacio ofrecido por la facultad de teología de las Asambleas de Dios de España, se destaca una conversación profunda con Steven y Tece Entsminger, dos figuras destacadas en la comunidad educativa y administrativa de la facultad.
Desde sus inicios en Estados Unidos hasta su establecimiento en Honduras y luego en España, Steven y Tece narran su llamado al ministerio. No sabían a ciencia cierta qué significaba ser misioneros hasta que una serie de charlas en su seminario abrió sus mentes a las necesidades globales y al impacto que podrían tener más allá de su país natal. Este despertar espiritual los llevó a buscar activamente cómo servir como misioneros, proceso que enfrentaron con perseverancia, sorteando desafíos y cerrando etapas de preparación intensiva antes de ser enviados al campo.
Su llegada a Honduras marcó el comienzo de una vida de continuas adaptaciones, incluyendo el desafío del idioma y la integración cultural. La barrera del idioma fue particularmente significativa; empezaron sin saber más español que las palabras «taco» y «burrito», pero con el tiempo y dedicación en un prestigioso instituto de lenguas, lograron comunicarse eficazmente. Este esfuerzo fue crucial para su labor misionera, especialmente al trabajar con niños, quienes fueron su principal foco desde el principio.
La vida en Honduras estuvo llena de aprendizajes y retos. Como familia, los Entsminger enfrentaron la visibilidad que conlleva ser extranjeros, especialmente sus hijos, que atraían miradas y curiosidad. Sin embargo, encontraron en la comunidad local un espíritu acogedor que facilitó su adaptación y les permitió hacer significativas contribuciones al ministerio infantil.
Después de 18 años de servicio en Honduras, un sentido de conclusión los llevó a buscar la siguiente dirección de Dios, que los guió a España. En este nuevo entorno, Steven y Tece no solo continuaron su labor con niños, sino que también se involucraron en la formación de futuros pastores y líderes, conscientes de la importancia del ministerio infantil. Su participación en la facultad ha sido vital, facilitando un movimiento misionero estudiantil y estableciendo un legado de compromiso con las misiones.
A lo largo de su carrera, los Entsminger han demostrado una resiliencia y un compromiso inquebrantables con su llamado misionero, influenciados por un fuerte vínculo espiritual y una clara visión de su papel en el avance del reino de Dios. Su historia es un testimonio elocuente del poder de la fe, la determinación y el amor al prójimo, valores que han cultivado tanto en su familia como en cada comunidad que han servido.
Con cada paso de su jornada, Steven y Tece Entsminger continúan inspirando a otros a seguir sus propios llamados misioneros, dejando una huella imborrable en las vidas que tocan.