El reverendo Juan Bueno, un misionero norteamericano que llegó a El Salvador en 1962, dejó una huella indeleble en la nación centroamericana, no solo por su labor espiritual sino también por su compromiso con la educación. Su reciente fallecimiento,a los 86 años de edad, ha conmovido a muchas personas, incluyendo a aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar con él.
Juan Bueno es recordado por su extraordinario legado, especialmente por la fundación de los Liceos Cristianos, una serie de instituciones educativas que han ayudado a innumerables niños y jóvenes salvadoreños. Bajo su liderazgo, estos colegios se han convertido en un símbolo de educación accesible y de calidad, extendiéndose por todo El Salvador.
Con más de 10,000 miembros en su congregación, Juan Bueno recibió reconocimientos notables, incluso del Presidente del Gobierno de El Salvador. Sin embargo, su influencia va más allá de lo tangible. Su vida y obra representan una inspiración profunda para la comunidad evangélica, demostrando lo que significa la obra social y el impacto de la iglesia en las comunidades más desfavorecidas.
Su espíritu misionero lo trajo a El Salvador en 1961. Durante su misión con las Asambleas de Dios, se enfrentó a las realidades difíciles del país, lo que despertó su deseo de ayudar a través de la educación. Dedicó más de 60 años a esta noble causa, y desde 1997, se desempeñó como director de misiones en las Asambleas de Dios.
Junto a su esposa, Loida de Bueno, Juan Bueno enfrentó numerosos desafíos para establecer el primer Liceo Cristiano «Reverendo Juan Bueno» el 4 de febrero de 1963. Con solo 81 alumnos al principio, este proyecto creció a más de 80 sedes, manteniendo siempre el objetivo de ofrecer educación de calidad.
Hoy, El Salvador cuenta con 38 colegios de Liceos Cristianos distribuidos en varias regiones, un testimonio del impacto de la visión y el trabajo duro de Juan Bueno y su esposa. En una entrevista con El Diario de Hoy en 2023, el misionero enfatizó su pasión por la educación y su creencia en ella como un medio para elevar a las naciones.
“Yo soy fanático de la educación, porque sé que es a través de la educación que se levantan los pueblos. No es que otras cosas no sean importantes, por supuesto, la fe en Jesús es fundamental. Pero la gente, o sea los pueblos, necesitan saber leer para poder progresar”, destacó el misionero.
Las Asambleas de Dios en España también han querido rendir homenaje a Juan Bueno, recordando su paso por España y la amistad que forjó con muchos. Fue un hombre que vivió de manera humilde y amable, siempre dispuesto a abrir las puertas y compartir su amistad más allá de lo institucional.
Juan Carlos Escobar, Presidente del Consejo Ejecutivo de ADE, recuerda la figura de Juan Bueno haciendo hincapié en su visión y legado:
«Ante la evidente necesidad de que nuestro mundo sea influenciado por la Iglesia, Juan Bueno es un referente a tener en cuenta para identificar las claves para el futuro. Un futuro en el que la iglesia no solo crezca internamente, sino que también el crecimiento espiritual de los creyentes, su desarrollo y fortaleza, tengan un impacto significativo en la vida de la comunidad. Así, la iglesia no será solamente un lugar de culto, sino una comunidad que influye y transforma nuestra sociedad. Juan Bueno es uno de esos hombres de Dios que se han convertido en pilares de la iglesia y cuya biografía, trabajo, sacrificio y esfuerzo merecen ser contemplados. Esto no solo aplica a él, sino también a sus hijos, quienes han continuado con su legado de trabajo.»
Juan Bueno es un ejemplo de cómo la fe y la dedicación pueden transformar vidas y comunidades. Su legado continúa inspirando a muchos, sirviendo como un faro de luz en el camino hacia un futuro donde la iglesia no solo crece internamente, sino que impacta y transforma la sociedad a su alrededor. Su vida, trabajo, sacrificio y esfuerzo, así como el de su familia, permanecerán en la memoria de todos aquellos que fueron tocados por su servicio y amor.
El viernes 2 de Febrero su familia y allegados honrarán su memoria y legado.