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En una jornada marcada por la alegría y la gratitud, la comunidad evangélica de Bilbao celebró un hito significativo en su historia: la inauguración del nuevo local de culto de la Iglesia Buen Pastor. Esta fecha, el 20 de enero de 2024, culmina un año de esfuerzos y bendiciones, desde aquel 9 de enero cuando descubrimos el local en venta, ideal para nuestras necesidades. Dios, en su infinita bondad, nos guió durante este proceso, permitiéndonos adquirir el lugar bajo condiciones económicas favorables.

El edificio, con un pasado rico y diverso, sirvió primero como cine en las décadas de 1970 y 1980, y luego como lugar de culto católico hasta 2018. Esta historia facilitó la transición, ya que no requirimos una nueva licencia de actividad. Nuevamente, vemos la mano de Dios obrando en estos detalles.

El acto inaugural contó con distinguidas personalidades, incluyendo al presidente de las Asambleas de Dios de España, don Juan Carlos Escobar, quien descubrió una placa conmemorativa. Junto a él, nos acompañaron don Juan Carlos Torres, Tesorero del consejo ejecutivo de ADE, y don Julio Martínez, presidente del consejo evangélico del País Vasco, entre otros líderes y pastores de diversas denominaciones de Bilbao y alrededores.

Uno de los momentos más emotivos fue la proyección de un video que narraba la historia de nuestra iglesia desde 1968. Recordamos a los pioneros y ministros que sentaron las bases de esta obra, incluyendo a Esteban y Carolina Norman, Carlos Primo, Carlos Luis de la Vega y su esposa Ana, y los misioneros Daniel Monduy y Lidia Rosell. Una mención especial merecen nuestros actuales pastores, Javier Romo y María Muros, y la conmovedora intervención de Alicia Castaños, miembro fiel desde los inicios de la iglesia.

El pastor Juan Carlos Escobar, con una palabra inspiradora y apropiada para la ocasión, enfatizó la importancia de la iglesia como punto de encuentro y luz para la comunidad. Posteriormente, se realizó un hermoso acto de consagración del local y de nuestros pastores, Javier y María, junto con su equipo ministerial.

Este día es un testimonio del amor y la fidelidad de Dios, una continuación del sueño de aquellos que nos precedieron y una invitación a seguir sembrando en Bilbao. A Dios sea toda la gloria por permitirnos ser parte de esta historia, comprometidos a continuar la labor para que las futuras generaciones cosechen los frutos de nuestra siembra en el Señor.