La ciudad de Alexandria, Minnesota, fue el escenario de la primera Cumbre Mundial de Enviadores de las Asambleas de Dios, en la que se dieron cita más de 71 delegaciones representando a países de todo el mundo, incluyendo España, representada por DEMADE. El evento tuvo lugar del 16 al 19 de mayo y tuvo como objetivo orar juntos por el desafío de alcanzar hasta el último rincón del planeta.
La cumbre llevó como lema «Terminando la tarea juntos», basado en Mateo 24:14 y Juan 4:34, y contó con la participación de destacados invitados como el pastor Doug Clay, superintendente de AD EE. UU.; el pastor Dominic Yeo, superintendente del AD Singapur y coordinador mundial de MM33; Brad Walz, presidente de misiones mundiales; el misionero cofundador de Vivir Muertos; George Ritisan, fundador y presidente del Centro Rumano de Estudios Transculturales, y el pastor Denny Duron, exjugador de fútbol americano. Además, muchos otros pastores compartieron en diversas participaciones lo que Dios está haciendo en los diferentes países del mundo en relación con el envío de misioneros.
Durante la cumbre, Braz Walz, de Misiones Mundiales, presentó los datos mundiales, con cerca de 10.000 misioneros de las Asambleas de Dios. Aunque se está alcanzando la totalidad de los países, todavía quedan 1700 etnias sin alcanzar. La WAGF MC cree que el envío de 1 misionero por cada 10 iglesias es posible para cada país enviador, y se plantea el desafío de enviar 7300 nuevos misioneros en los próximos 10 años. Como parte de la cumbre, se discutió que muchos lugares no están desarrollando todo el potencial enviador que Dios había puesto sobre ellos, y si lo hicieran, podríamos alcanzar la cifra de 40.000 misioneros para el año 2033.
Uno de los momentos más especiales de la cumbre fue la obra de Linwood Berry, artista y misionero en España, quien pintó un lienzo que capturó el sentido de la cumbre y reveló el corazón de Dios hacia las naciones. El cuadro representa un árbol de la vida cuyas hojas asemejan al mundo, con el retrato de Esther Hansen, la primera misionera de Minnesota que murió en el campo misionero (China), y un suelo que representa que la cosecha está lista. Aunque el cuadro quedó con imperfecciones, Dios les habló de no limpiarlas, ya que el trabajo deberá ser hecho rápido y eso conllevará errores. Fueron dos lienzos, que deben estar separados por 10 cm, los 10 años que quedan para el 2033, donde se unirán la iglesia y aquellas etnias aún no alcanzadas.
El evento concluyó con la firma de un pacto por parte de cada uno de los países representados, reconociendo la obra del Espíritu en esta temporada de Avivamiento y Despertar de la Iglesia, y el derramamiento del Espíritu sobre toda carne sobre el mundo como se prometió en Joel 2:28. Cada uno de los participantes reconoció la necesidad de una mayor dedicación y compromiso de todos los Concilios Generales e Iglesias locales de las Asambleas de Dios a nivel mundial para cumplir la Gran Comisión. El pacto compromete a los participantes a llevar el Evangelio a los Pueblos No Alcanzados y perdidos en el mundo, donde los enviadores históricos y los nuevos enviadores trabajarán juntos en sinergia en una cooperación sin precedentes para cumplir la tarea de predicar el Evangelio donde no se conoce a Cristo.