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Sorprende que hoy, hace once años, el Seminario de las Asambleas de Dios de España recibiese aquel reconocimiento del Ministerio de Educación que lo elevaría a la categoría de centro universitario.

Hace once años, el once del mes once del año dos mil once, se publicaba el Real Decreto que formalizaría el reconocimiento institucional, un reconocimiento a partir del cual, la sociedad podría ver que los estudios de capacitación de ministros de culto pentecostales, tienen un nivel de calidad contrastado como el de cualquier centro universitario de nuestro país, además que, el propio reconocimiento posibilitaría que nuestros estudiantes optasen a las becas del Ministerio de Educación, pudiesen tener una titulación que les proyectase desde el marco del conocimiento bíblico a proseguir su carrera para fortalecer aún más su dedicación ministerial.

El 11, del 11, del 2011, hace 11 años, pero es que además, cuando el equipo de directores de aquellos cinco seminarios que se convertirían en facultades estaban pendientes de si se resolvería en lo que habría de ser la última oportunidad, ya que era el último Consejo de Ministros del Gobierno saliente y así, en ese último momento a las 12:15 de la mañana un asesor del gobierno informó a quien era en aquel entonces el presidente de la comisión de los directores, el Prof. Miguel Ángel Roig, que hacía algo más de una hora que se había firmado la aprobación de ese Real Decreto. Lo que, sin duda alguna, eleva a una categoría cuando menos de sorprendente el saber que fue, a las once de la mañana del día once, en el mes once, del año once, hace ahora once años…

Si acaso, como en aquella ocasión el pueblo del Señor colocase aquella columna de piedras para recordar: «Hasta aquí nos ayudó el Señor» (1 Sam 7:12) Muy de seguro esta fecha es, igualmente, una Ebenezer (piedra de ayuda), para que todas las Asambleas de Dios, como todos los implicados con estos proyectos de las Facultades, seamos conscientes de que este logro único, sorprendente e histórico se ha conseguido porque el Señor ha puesto su mano de bendición y muy de seguro en correspondencia con un trabajo esmerado de unidad y compañerismo muy singular entre todas las instituciones implicadas, aderezadas, sin duda alguna, por la oración de tantos ministerios que nos precedieron y que soñaron que, algún día esto se podría conseguir.

Ahora ya tenemos once años de historia y vamos, con la ayuda del Señor a por más.

Jesús Caramés
Rector Facultad de Teología

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