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Para comprender el impacto de Asambleas de Dios en nuestro país es necesario profundizar en la historia del pentecostalismo el cual tuvo su origen en el siglo XX. Los historiadores han establecido el año 1901 como el inicio de este movimiento espiritual que transformo la historia del protestantismo contemporáneo.

El año 1901 es clave para entender el inicio del pentecostalismo. En esta fecha aconteció un acontecimiento histórico, un derramamiento del poder del Espíritu Santo en las vidas de varios estudiantes en un Instituto Bíblico en Topeka, Kansas. Una alumna de esta institución, llamada Agnes Ozman, experimentó el bautismo del Espíritu Santo, convirtiéndose en la primera creyente pentecostal del siglo XX.

Aunque, cabe destacar que el auge del pentecostalismo se considera que ocurrió en 1906. En este año tuvo lugar una nueva experiencia pneumatologica[1] en una iglesia de los Ángeles. William Joseph Seymour era pastor de una pequeña congregación de creyentes de raza negra en la calle Azusa. En abril de 1906 experimentaron un nuevo despertar de Dios y un nuevo avivamiento del Espíritu Santo sacudió a toda la iglesia.

La noticia de lo que aconteció en esta pequeña congregación de los Ángeles, se fue propagando por todo el país. Algunos titulares de los principales periódicos de los Estados Unidos dijeron lo siguiente: Extraña Babel de lenguas. Nueva secta de fanáticos. Extraña escena anoche en la calle Azusa. “Hermana” farfulla sonidos sin palabras.

Este acontecimiento fue tan sorprendente y alcanzó tal fama en el pueblo evangélico que muchos pastores de Estados Unidos fueron a Los Ángeles para experimentar este fenómeno del Espíritu Santo.[2]

A partir de este momento, el movimiento pentecostal creció de una forma exponencial por todos los Estados Unidos de América, lo que originó la necesidad de crear una entidad conjunta para organizar dicho movimiento.

En abril de 1914 se desarrolló una convención en la sala de la Grand Opera House de Hot Spings, Arkansas. A este evento, cuyo objetivo de esta convención era organizar el movimiento pentecostal de una forma organizada y dinámica, asistieron trescientos delegados y asistentes de todas partes de Estados Unidos. Finalmente se decidió crear una nueva denominación que sirviera para conservar y desarrollar la obra pentecostal, con la meta de consolidarla y extenderla por todo el mundo. Fue en ese momento cuando las Asambleas de Dios nacieron.[3]

Posteriormente, la introducción de las Asambleas de Dios en Europa fue una tarea complicada de llevar a cabo debido a la fuerte secularización que existía en los países europeos además del poder de las iglesias nacionales, las cuales estaban muy unidas al Estado. Estos inconvenientes provocaron que en estos países no existiera una base evangélica que cimentará las primeras oleadas del pentecostalismo. En España, la situación sociopolítica fue adversa para la introducción de nuevas congregaciones protestantes, pero a pesar de todo, en 1947 se fundó la primera iglesia de Asambleas de Dios en la ciudad de A Coruña, promovida por Román Perruc y Carmen Prieto, misioneros de Cuba.

Sin embargo, a pesar de los factores sociohistóricos que existían en Europa y, en concreto, España, la obra continuó extendiéndose poco a poco. Actualmente, las Asambleas de Dios de España (ADE) tiene alrededor de 650 iglesias repartidas por toda la geografía española, con más de 35.000 fieles, contando los niños.

En conclusión, los acontecimientos ocurridos en el Instituto de Kansas y en la iglesia en la calle Azusa de Los Ángeles fueron el inicio del despertar protestante que habia estado durante mucho tiempo dormido. El movimiento pentecostal fue el avivamiento que utilizó Dios para avivar su obra por todo el mundo. Para terminar, Vinson Synan comenta lo siguiente respecto al movimiento pentecostal:

“El número de pentecostales, que solamente eran un puñado de personas en 1901, creció de manera estable hasta convertirse en la familia de protestantes más grande del mundo para comienzos del siglo XXI. Con más de doscientos millones de miembros de “denominaciones pentecostales”, este grupo sobrepasó a las iglesias ortodoxas para convertirse en la segunda familia denominacional cristiana, solo superada por la Iglesia Católica. […] El número total llega ahora a más de quinientos millones de personas. Este crecimiento ha hecho que algunos historiadores hablen del siglo XX como “el siglo pentecostal.”[4]


[1] La pneumatología es el estudio del Espíritu Santo en la Biblia. La palabra Pneuma proviene del griego que significa espíritu y la palabra logía quiere decirestudio.

[2] Vinson SYNAN: El siglo del Espíritu Santo. Cien años de renuevo pentecostal y carismático. Buenos Aires, Peniel, 2001, pp. 11-16.

[3]  Mario ESCOBAR: Los zapatos del predicador, Tarragona: Noufront, 2013, pp. 47-48.

[4] Vinson SYNAN: El siglo del Espíritu Santo…, p. 12.

EditorialOpinión

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